La canción del Grupo Niche que incluye el nombre de un narcotraficante
En la letra de “Mi Hijo y Yo” de Grupo Niche se plasmó un acróstico con el nombre del reconocido narcotraficante José “Chepe” Santacruz, en este artículo les contaré como surgió esa letra, la supuesta razón por la que Jairo Varela incluyó ese nombre en su composición y lo común que es encontrar nombres de delincuentes en canciones.
Acróstico
Juntos, caminemos juntos
Otra oportunidad que me da la vida
Saber que tú eres mi obra consentida
El hijo que pidiera cuando a tu madre conociera.
Luz, dale luz a tus sentidos
Úngelos con sabia fresca de aquel árbol
Imaginación, acude en el peligro
Sobrio cuando tomes decisiones.
Sabio preparando el camino
Amigo, saber cuál es el amigo
No hagas caso al que es mezquino
Toca la puerta al buen vecino.
Anota en tu memoria las traiciones
Considera y busca las razones
Renuncia por siempre a las pasiones
Únete a mí, así más fuerte y adelante.
Esta canción da inicio al álbum “Sutil y Contundente” lanzado el 10 de octubre de 1989, fue escrita por Jairo Varela y en lo personal, esa letra es de las más bonitas que Jairo pudo componer, la canta Javier Vásquez que junto con los trombones de Moris Jiménez, el bongó de William Valdés y los coros de Tito Gómez y Jairo, generan un cúmulo de sensaciones desde el inicio hasta el final, este sencillo salía al mercado como un aliciente en uno de los años más difíciles para Colombia, una ola de violencia estaba en auge: múltiples casos de sicariato, bombas y atentados contra la fuerza pública hacían parte de la rutina de los colombianos gracias al narcotráfico que desafortunadamente en ese momento predominaba, siendo Bogotá, Medellín y Cali los más afectados.
El Cartel de Cali, con los hermanos Orejuela y José Santacruz quien era catalogado como el tercero al mando del cartel, llegó a manejar el 80% de la cocaína que se vendía en Estados Unidos y Europa, según un informe del Bloque de Búsqueda realizado un año después de la captura de los hermanos Orejuela, solamente en Cali se les incautaron 1.214 propiedades, entre ellas 135 oficinas, 65 casas, 40 locales comerciales, 5 conjuntos cerrados y una clínica cuyo valor se estima en 32 billones de pesos, la DEA confirmó que el Cartel de Cali recibía al año 3.000 millones de dólares producto del ilícito, con todo ese dinero llegaron a adquirir lujos que solo podían darse ellos, montaron discotecas, invirtieron en equipos de futbol, compraron carros y motos de colección que ponían a prueba en un autódromo que mandaron a construir solo para ellos, en ese momento la música contaba con una gran popularidad y no sería una excepción en su lista de excentricidades, para sus fiestas privadas contrataban a los grupos y solistas del momento, su cercanía con los artistas y su pasión por la música dio pie a la creación de una modalidad algo extraña, consistía en inmortalizar sus nombres en las letras de las canciones a cambio de distintas sumas de dinero, es una práctica que no solo ocurría en la salsa, ocurría en otros géneros como las rancheras, la mal conocida “música popular” y en el vallenato, género en el que sigue vigente, por ejemplo, Silvestre Dangond y Diomedes Díaz saludan en sus canciones a Emilio Tapia, hoy condenado por actos de corrupción que involucran dineros públicos o Beto Zabaleta nombrando a Kiko Gómez ex gobernador de la Guajira hoy condenado a 55 años de prisión por homicidio.
Retomando la letra de “Mi Hijo y Yo”, como ya pudieron ver, en la letra aparece el nombre del reconocido narcotraficante José Santacruz Londoño, quien era conocido como “Mil rostros” debido a las múltiples cirugías estéticas que se realizaba para despistar a las autoridades, en la composición solo falta la Z que asumo, musicalmente fue complicado llegar a justificar.
José Santacruz estaba en el negocio con su hermano Luis Santacruz, quien no era tan conocido porque vivía en Miami y desde allí manejaba su parte del negocio. La aparición del acróstico, se dio porque Chepe como regalo de 15 años le quiso regalar a su sobrino una composición exclusiva para él y una noche de fiesta con el Grupo Niche, siendo así, un enviado del cartel se contactó con Jairo para proponerle una alta suma de dinero a cambio de este particular regalo, la única condición por parte de Santacruz era que la canción solo se podía cantar e interpretar esa noche y no podía ser lanzada al mercado, Jairo aceptó, pero el día del evento un operativo de las autoridades acabo con la fiesta antes que tocara el grupo, la canción nunca fue tocada ni interpretada, no se recibió ninguna suma de dinero, a fin de cuentas no hubo trato y la canción fue lanzada.

Debido a la polémica generada por la canción e investigaciones de la fiscalía que lo sindicaban de presunto enriquecimiento ilícito, de tener nexos con el Cartel de Cali y de ser su testaferro, Jairo fue detenido luego de su gira por Estados Unidos en 1995 y posteriormente condenado a 6 años de cárcel donde Jairo compone “A Prueba de Fuego”, un álbum basado en todo lo que sintió estando preso, como dato curioso, fue donde el Grupo Niche debutó cantando en inglés. Jairo fue liberado en 1996 tras comprobarse que todas las acusaciones eran falsas y es capturado nuevamente en 1997 para quedar en libertad hasta 1999, al final fue absuelto de todos los cargos que se le imputaban, en varias declaraciones Jairo comentaba que toda la persecución legal se da porque nunca encajó en la elite política caleña, quienes se cuestionaban sobre cómo un cantante de piel negra podría llegar a tener tal éxito financiero solo por tocar salsa.
Jairo falleció en el año 2012 de un infarto en el baño de su apartamento al sur de Cali llevándose con el la absoluta verdad sobre su relación con el cartel y la verdad sobre la letra de la canción, dejó el nombre de la salsa colombiana en alto con un sin fin de composiciones, incluso un libro.
Afortunadamente, su legado no ha muerto, el Grupo Niche sigue activo y este año cumple 43 años, en el año 2020 lanzaron un álbum llamado “40” en honor a los 40 años del grupo, contiene 9 canciones grabadas teniendo en cuenta todos los lineamientos que usaba el maestro Jairo Varela, fue grabado en análogo, justo como se grabaron las canciones más representativas del grupo, combinando los nuevos talentos con la experiencia consiguiendo de esta manera un sonido moderno sin dejar de lado lo clásico.